Diseñadores participantes: Nicolás Covarrubias Barrera, María Fernanda Echeverría Mackay y Macarena Rojas Ochoa.
Primeramente se han observado algunos aspectos morfológicos de del tallo del Girasol, principalmente enfocándose en las nervaduras verticales las cuales poseen las células fotosensibles que contienen la hormona conocida como Fototropina. En base al análisis formal y estructural se han definido una serie de modelos básicos capaces de reaccionar frente a estímulos externos, como la luz o la temperatura generada por el sol.
Para ello se realizó una breve investgación referida a ciertos componentes tales como bencina y el alcohol, capaces de reaccionar por medio de su expanción a temperaturas inferiores a los 100° C, siendo algunos de ellos similares a la temperatura generada por la luz solar a la intemperie. Posteriormente se desarrollaron modelos físicos análogos que permitieron validar la primera parte del proyecto.
El fototropismo consiste en la reacción de algunos organismos en respuesta a un estímulo luminoso, esto permite que ciertas estructuras vegetales se desarrollen orientándose hacie el sol - tal es el caso del Girasol (Helianthus annuus - también llamada Jáquima o Maravilla) el que es conocido por su inflorescencia gira en el trasncurso del día siguiendo (aparentemente) la ruta del sol.
El tropismo consiste en la distensión o crecimiento de la estructura celular del organismo por un estímulo de manera "cruzada", esto quiere decir que las células que crecen son las del segmento opuesto al que se encuentra recibiendo en este caso la luz - esto en apariencia hace creer que la planta realmente sigue la luz. Técnicamente este fenómeno se produce gracias a ciertos receptores denominados: Fototropinas que activan la hormona de crecimiento llamada: Auxina.
Existen distinto tipos de tropismos generados por la luz, estos son de carácter positivo o negativo (desplazándose o girando frente al estímulo luminoso o inversamente escondiéndose o cerrándose - como por ejemplo algunas flores en la noche)
La interpretación de la forma en la naturaleza a través de modelos matemáticos, a sido bastante recurrente en la historia reciente del hombre, desde la antigua Grecia y la proporción divina (número de oro ó Fidias, en honor al arquitecto que construyó el Partenón en Atenas), pasando por estructuras matemáticas como la sucesión de Fibonacci (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55...), hasta modelos más complejos como los fractales.
Un Fractal consiste en la interpretación por medio de un objeto semi geométrico, iterdo en diversas escalas, este término fue acuñado y desarrollado por el matemático polaco Benoît Mandelbrot, creador de la geometría fractal. Fractus que significa quebrado, fracturado.
Es bastante común encontrar diversos ejemplos bastante explícitos en la naturaleza, desde pequeños molúscos, diversos vegetales morfologías geográficas, minerales, cristales, entre otros muchos, y como el caso estudiado en esta oportunidad los copos de nieve y el hielo. es posible ver algunos de estos ejemplos en http://www.gran-angular.net/fractales-y-series-de-fibonacci-en-la-naturaleza/2008/09/11/
Retina biónica podría 'dar luz' a pacientes con problemas de visión
Robert Rosene, de 68 años de edad, había perdido ya totalmente la vista cuando recibió una "retina biónica" el año pasado. Ahora, la noche oscura de su ceguera ha dado paso a formas contrastantes de luz y sombra, aunque no puede todavía distinguir el rostro de su esposa.
Cora Jean Kleppe, de 73 años de edad, era totalmente sorda hasta el mes pasado, cuando los cirujanos le injertaron un "oído biónico", es decir, un dispositivo artificial que ahora le permite escuchar desde el timbre del teléfono hasta el parloteo de sus nietos y el canto de los pájaros.
"Es una bendición suprema vivir en esta época", dijo Kleppe en su residencia de San Mateo, California. "Escuchar de nuevo esos sonidos es algo maravilloso, no tengo palabras para describirlo".
Las retinas artificiales no han conseguido hasta ahora éxitos similares en la tarea de mejorar la visión de los pacientes, pero se afirma que podrían lograrlos en el futuro.
Robert Rosene, de 68 años de edad, había perdido ya totalmente la vista cuando recibió una "retina biónica" el año pasado. Ahora, la noche oscura de su ceguera ha dado paso a formas contrastantes de luz y sombra, aunque no puede todavía distinguir el rostro de su esposa.
Los Rosene residen en la localidad de St. Charles, estado de Illinois.
Hasta el momento, sólo seis pacientes han recibido injertos de retina artificial, y todos ellos han mejorado ligeramente su visión. Pero los médicos consideran que si la técnica de la retina logra perfeccionarse del mismo modo que la técnica del oído artificial -- que ha sido injertado ya a unos 70,000 pacientes -- la retina biónica podría resolver en gran medida el grave problema de la visión en los ancianos.
La creación y utilización de órganos artificiales ha desarrollado técnicas muy avanzadas en las últimas décadas, cuando se ha logrado la integración física de manos y rodillas artificiales, así como de otras partes del organismo.
Injertar un "oído biónico" similar al de Kleppe cuesta entre 50,000 y 60,000 dólares. En Estados Unidos, el procedimiento está cubierto al menos en parte por los seguros médicos.
El éxito del injerto auditivo ha reavivado las esperanzas de que los experimentos a base de elementos biónicos para el globo ocular -- tales como la retina artificial utilizada por Rosene y equipada con un "chip" de silicón --, puedan mejorar algún día, de manera efectiva, la visión de los pacientes.
